Monday, 31 August 2015

136 Tudjman Franjo, Dr. (1922-1999)

Tudjman Franjo, Dr. (1922-1999)

El historiador croata, fundador de la nueva República de Croacia y su Presidente dr. Franjo Tudjman nació en Veliko Trgovišce en la Zagorje croata, el 14 de mayo de 1922.

Su padre Stjepan (quien fuera un destacado miembro del Partido Campesino Croata) y su madre Justina (nacida Gmaz) tuvieron, además de Franjo, otros dos hijos: Ivica y Stjepan.

Su madre murió en 1929, cuando Franjo comenzó la escuela primaria; su hermano murió como miembro del movimiento antifascista en la Zagorje croata, en la primavera de 1943.

Su padre Stjepan, aunque era uno de los principales miembros del movimiento antifascista en la Zagorje croata y miembro de ZAVNOH y AVNOJ, fue liquidado por la policía de la República Popular de Croacia debido a su crítica del nuevo gobierno yugoslavo. Esa policía secreta cumplía las directivas del centro policial yugoslavo de Belgrado de que se eliminara a todos los oponentes ideológicos reales y potenciales.

El dr. Tudjman cursó la escuela primaria en su pueblo natal (1929-1933) y la escuela media en Zagreb (1934-1941) donde se mantenía principalmente por sus propios medios, enseñando a otros.
Ya como estudiante secundario participó en el movimiento nacional democrático, por lo que en 1940 fue detenido.

Desde 1941 participa en el movimiento partisano antifascista y en la revolución social en la región nordoccidental de Croacia.

Todavía en tiempo de guerra, a fines de enero de 1945 es enviado, como uno de los representantes croatas, al Alto Mando de NOV y POJ en Belgrado.

Trabajó en la Dirección principal de personal del Ministerio de defensa nacional, y luego en el Alto Mando (Cuartel General) del Ejército Popular Yugoslavo y en la redacción de la Enciclopedia Militar.

En Belgrado también terminó sus estudios en la Academia Superior Militar (1955-1957). A fines de 1960 es promovido a mayor general, pero ya al ańo siguiente, de acuerdo a su propia y reiterada solicitud, deja el servicio militar activo, para poder dedicarse de lleno al trabajo científico y literario.
En el año 1961 en Zagreb funda el Instituto de historia del movimiento obrero del cual fue su director hasta 1967.

En 1963 es designado profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Zagreb, donde enseña la materia Revolución socialista e historia nacional contemporánea.

Recibió el doctorado en ciencia histórica en 1965, en la Universidad de Zagreb, defendiendo la tesis “Causas de la crisis en la Yugoslavia monárquica desde la unificación en 1918 hasta la ruptura en 1941”.

Dió a conocer un gran número de trabajos: monografías, disertaciones y artículos –más de 150– de historia, teoría militar, historia nacional contemporánea, filosofía de la historia y relaciones internacionales.

Participó en numerosos simposios científicos en la patria y en el extranjero y dictó conferencias en universidades de Checo-Eslovaquia, Italia, Alemania, Austria, Canadá y Estados Unidos.

En 1966 en la Universidad Harvard, en la serie de Seminarios Internacionales, dio una conferencia intitulada “The Future of Supremacy and of Coexistence in the Nuclear Age of World’s History” (El futuro de la supremacía y de la coexistencia en la Era Nuclear de la historia mundial).

Fue miembro de la redacción de la revista de teoría militar Vojno delo, redactor y subdirector de la Enciclopedia Militar, colaborador y redactor de la Enciclopedia del Instituto Lexicográfico “Miroslav Krleža”, director principal y responsable de la revista Los caminos de la revolución, miembro del comité editorial de la revista Forum de la JAZU, miembro del comité editorial del Hrvatski tjednik (Semanario croata) y miembro de la redacción del Vocero de la Unión Democrática Croata.

Entre 1962 y 1967 Tudjman fue presidente de la Comisión de relaciones internacionales del Comité Principal de la Federación Socialista de Croacia.

Entre 1965 y 1969 fue representante nacional como diputado del Consejo Cultural del Sabor de la RS de Croacia y presidente de la comisión de trabajo científico del Consejo Cultural del Sabor de la RS de Croacia.

Fue miembro de la Comisión Directiva y de la Comisión Superior y presidente de la Comisión de Historia croata de la “Matica Hrvatska”.

Miembro de la Sociedad de Escritores Croatas desde 1970 y miembro del centro PEN de Croacia desde 1987.

Ya los primeros trabajos publicados de Tudjman en el campo de la doctrina militar y de la historia de las guerras de conquista y de liberación –en los que partía del punto de vista que cada nación debe tener su fuerza armada para la defensa territorial– llegaron a ser objeto de críticas y se lo acusó de marxismo y nacionalismo.

El punto de vista de Tudjman –en primer lugar su oposición a que se fuerce un complejo de culpa a la nación croata por el Estado Independiente de Croacia (NDH) durante la Segunda Guerra Mundial y en particular por haber señalado la exageración en el número de víctimas de Jasenovac– fue causa de persecuciones políticas y luego judiciales.

En 1967 fue expulsado del Partido comunista. Tuvo que dejar el Instituto, fue excluido de la Universidad y jubilado forzadamente, cuando tenía sólo 45 años.

Cuando en 1972 comenzó la persecución de los disidentes croatas fue puesto en prisión, acusado principal de supuestas relaciones sospechosas con el extranjero y la emigración croata.

Gracias a la intervención de Miroslav Krleža ante Josip Broz Tito, evitó la encarcelación de muchos años que se le destinaba, así que fue condenado a sólo dos años de carcel (luego esa condena fue disminuida en nueve meses).

En el primer proceso político después de la partida de Tito de la escena histórica, nuevamente fue –en febrero de 1981– condenado a tres años de cárcel y a la prohibición de cualquier actividad pública durante cinco años, y eso por haber concedido entrevistas a las televisiones de Suecia y de Alemania y a la radio francesa, en las que habló de sus opiniones históricas y de la contribución de la democracia pluralista. La entrevista a la televisión sueca fue realizada a fines de 1977, y en ella Tudjman afirma que “la nueva ola de emigración política croata es la consecuencia de la liquidación brutal del movimiento de renovación croata de los años 1970 y 1971 (primavera croata)”. Durante 1978 todas las publicaciones de la emigración reprodujeron ese reportaje. En la entrevista a la televisión alemana, Tudjman destacó que de acuerdo a la Constitución yugoslava, la cuestión nacional estaba arreglada, pero que en la práctica no se cumplía.

En la prisión de Lepoglava estuvo entre enero de 1982 y febrero de 1983, cuando se lo liberó para recibir tratamiento médico. En mayo de 1984 fue devuelto a prisión para completar su sentencia, pero en septiembre del mismo año, debido al empeoramiento de su estado de salud, fue liberado de la cárcel.

Cuando en 1987 se le devolvió el pasaporte, que se le había quitado durante 17 ańos, viajó al extranjero –primero a Canadá y a Estados Unidos y luego a países europeos–, donde con sus conferencias llega a despertar y constituir el movimiento democrático nacional entre los emigrados croatas. A la vuelta de ese viaje, la policía revisa a Tudjman y le quita la máquina fotográfica.
El 17 de junio de 1989 funda en Zagreb la Unión Democrática Croata (HDZ) y pasa a ser su presidente.

Después de la victoria del HDZ en las primeras elecciones democráticas llevadas a cabo en Croacia después de más de 50 años, en el Sabor el 30 de mayo de 1990 fue elegido como presidente de la todavía República Socialista de Croacia. El mismo año viaja a los Estados Unidos de Norteamérica.

A comienzos de 1991, el dr. Tudjman fundó el Consejo para la defensa y protección del orden constitucional.

El Sabor de la República de Croacia aprueba el 22 de febrero de 1991 la Resolución de separación de Yugoslavia. El presidente de Yugoslavia exige la extradición del ministro croata de defensa Martin Spegelj por alta traición, a lo que el dr. Tudjman se niega enérgicamente.

En abril de 1991 el dr. Tudjman resuelve organizar las fuerzas de la Guardia Nacional, que es el comienzo del Ejército Croata. Al mismo tiempo resuelve la realización de un referendum (el 19 de mayo) sobre la independencia de Croacia.

En el verano de 1991 los rebeldes serbios de Croacia y el Ejército Yugoslavo comienzan un ataque generalizado contra la República de Croacia, y el Consejo de defensa nacional considera por primera vez la posibilidad de una movilización general.

En octubre de 1991, mientras el dr. Tudjman se reunía con el premier yugoslavo en Zagreb, es atacado el palacio de gobierno por la aviación yugoslava. En otońo, por orden del dr. Tudjman, se emprende una gran acción militar, en la que es liberada gran parte de Eslavonia occidental.
A comienzos de 1992, el 15 de enero, la República de Croacia es reconocida internacionalmente.
En las primeras elecciones presidenciales de la nueva República de Croacia el dr. Franjo Tudjman es elegido por amplia mayoría. Asume el 12 de agosto de 1992. En enero de 1993 se lleva a cabo la acción militar en el puente Maslenica, con lo que se libera la región cercana a Zadar.

En la Segunda Convención general del HDZ en 1993, nuevamente es elegido presidente de ese partido, el más grande de la reciente historia croata.

En septiembre de 1994 el Papa Juan Pablo II visita por primera vez a Croacia, reuniéndose con el Presidente Tudjman.

En 1995, por orden del dr. Tudjman, se llevan a cabo las acciones militares Relámpago y Tormenta, con las que se libera la mayor parte de territorio ocupado de Croacia. A comienzos de 1996 se completa la reintegración pacífica de la región danubiana croata, y el dr. Tudjman fue a Vukovar con el Tren de la Libertad.

En las siguientes elecciones presidenciales en junio de 1997, Tudjman fue nuevamente elegido presidente del Estado croata.

Fue miembro ordinario de la Academia Croata de Ciencias y Artes (HAZU) a partir de 1992 y portador de la condecoración y reconocimiento internacional “Catalina de Medici” en noviembre de 1990. Obtuvo el Premio del Centro de minorías étnicas de 1991.

Fue doctor honoris causa de la Universidad La Jolla, (noviembre de 1990) y portador de numerosas condecoraciones croatas y extranjeras. Fue condecorado por los gobiernos de Italia, Chile, Argentina, Rusia, Grecia y Turquía.

El dr. Franjo Tudjman falleció el 10 de diciembre de 1999 en Zagreb a las 23,15 horas.
Como líder estatal y como presidente de la República de Croacia, mediante su conducción de la política interior y exterior croata, el doctor Tudjman hizo realidad la completa independencia, soberanía y reconocimiento internacional del Estado democrático de Croacia.

Nenad Ivanković señala que Tudjman fue un político muy capaz y visionario, militar victorioso y pacificador. Fue un hombre cuyo nombre está ligado en forma inseparable con la independencia y libertad croatas. Los méritos de Tudjman en la formación del Estado croata son difíciles de medir, pero corresponden a los de una gran figura histórica. Trabajó con energía indescriptible para concretar el Estado croata, pero nunca fue un nacionalista estrecho cuya visión no fuera más allá de sus fronteras. Para él el Estado nacional nunca fue todo, pero sabía que sin ese Estado todo sería en vano.

Ivankovic sostiene que Tudjman fue en cierto sentido el último romántico y nacionalista croata pero al mismo tiempo –y en eso radica su no repetitibilidad histórica– también fue un político realista y un frío pragmático. La reconciliación entre todos los croatas fue la base sobre la que se pudo llevar adelante –y con éxito– la guerra patriótica. La reconciliación croata era para Tudjman sagrada.

Ivanković sostiene que la herencia de Tudjman es que sólo una nación que en un momento crucial y en una situación histórica puede elevarse más allá de los intereses grupales y de los apriorismos, (esa nación) puede tener futuro, puede ser libre, por más que la golpeen las olas de la política mundial y de las constelaciones mundiales.

Al anunciar el deceso del dr. Tudjman, el académico Vlatko Pavletić –que era presidente del Sabor y ejercía las funciones de Jefe de Estado– dijo:

Son grandes los méritos de este historiador en configurar nuestra historia reciente, en concretar finalmente el sueño de innumerables generaciones, el sueño secular recién en la última década del siglo XX, con el establecimiento renovado del Estado croata, internacionalmente reconocido.

No sólo sus compañeros de lucha, sus colaboradores, sus seguidores y admiradores, no sólo la nación croata entristecida, sino también sus opositores más injustos son conscientes en este momento que la grandeza de la pérdida es comparable sólo con la grandeza de su figura, predestinada para la victoria, y hasta para la victoria final sobre la muerte al ocupar un lugar incorruptible en la historia croata.

Ivica Račan, jefe del partido SDP (Partido Socialdemócrata) declaró que “Todos nosotros perdimos al presidente de la República. El dr. Tudjman configuró la historia croata reciente y su contribución a la realización de Croacia permanecerá como valor perdurable. A nosotros nos toca preservarla”.

El dr. Zdravko Tomac, quien fuera vicepresidente del gobierno de unidad democrática, escribió que “el dr. Franjo Tudjman, presidente de la República de Croacia, sin duda es una gran figura histórica de la nación croata, tanto para aquellos que lo apoyaban y seguían como también para sus competidores políticos y también para sus opositores quienes frecuentemente se enfrentaban con él políticamente y quienes criticaban con dureza su política en su totalidad y en algunos aspectos.”

El dr. Franjo Tudjman estaba convencido que se ganaron batallas cruciales para Croacia. La historia recordará para siempre que fue justamente con su conducción y la del partido que fundó, que la nación croata por primera vez, luego de largos nueve siglos, estableció un Estado croata, independiente y soberano.

El Estado democrático croata se formó y defendió en circunstancias extraordinarias. Por una parte se encontraba con la agresión yugo comunista y serbia, y por otra parte estaba la poca simpatía del mundo contemporáneo que quería conservar a la antigua Yugoslavia.

El propio dr. Tudjman dijo que el establecimiento y defensa de Croacia se pudo realizar “con la fe en la nación croata, con la unión de la Croacia en la patria y en la emigración, con la unidad de aquellas partes de Croacia que en la Segunda Guerra Mundial peleaban unos contra otros bajo banderas extranjeras o bajo la bandera croata, pero aún así unos contra otros.

El dr. Tudjman también dijo que “tuvimos éxito sólo porque elevamos la conciencia y decisión del pueblo y de la nación croata.”

“Dijimos que podemos concretar la libertad y el Estado croatas si tenemos la mayoría, si somos decididos y si dejamos de dudar.

“Tuvimos éxito sólo porque correctamente evaluamos que el momento histórico era propicio para lograr el objetivo croata más grande.

“Supimos extraer las enseñanzas de la experiencia de todos los antecesores, que estuvieron al frente de la política de la nación croata, y quienes –aún teniendo las mejores intenciones– evaluaron mal y tomaron decisiones erradas.

“Por lo tanto, vencimos sólo porque la totalidad de la nación croata reconoció que se trataba de un momento histórico que no se podía dejar pasar. Por ello, con toda conciencia, todos los estamentos por su propia iniciativa se presentaron y organizaron la defensa de su patria. Y prácticamente toda la clase intelectual, menos algunas pocas almas vendidas y algunos delatores, en diversas instituciones, y hasta en las universidades, de forma espontánea buscaban la forma de cómo llegar a armarse, cómo organizarse en la lucha contra el oponente que estaba mucho más equipado. Y hubo profesores universitarios científicos que se presentaban como voluntarios para misiones de guerra muy complicadas y especiales.

Esa es la razón de nuestra victoria, a pesar de que nos encontrábamos en una posición extremadamente difícil desde el punto de vista de armamento.

El presidente destacó que la Guerra Patriótica fue la primera guerra en la que los croatas no estaban enfrentados unos contra otros, en bandos opuestos. La primera guerra en la que pelearon bajo su propio comando.

Ivan Bekavac destaca que el primer presidente croata vio más lejos que sus contemporáneos, y supo responder a la pregunta de cual era la condición necesaria para establecer un Estado croata democrático, libre, independiente y reconocido internacionalmente. Fue de la experiencia histórica cabalmente meditada de la que sacó las conclusiones importantes.

La sabiduría histórica, que cristaliza con el tiempo, era el lado fuerte del dr. Franjo Tudjman, hombre que con el trabajo constante a través de toda su vida, quiso llegar a la respuesta a la pregunta: ¿qué hay que hacer, y qué se puede hacer para que la libertad llegue también a Croacia?

Quien desee comprender la experiencia croata, observará esto: durante siglos la nación croata quiso vivir entre las naciones libres en su Estado croata libre y soberano, pero los poderes que empujaban en sentido contrario eran más fuertes. El historiador y político dr. Franjo Tudjman observó la verdad de los éxitos y fracasos croatas, las puso en correlación y llevó a Croacia a la libertad.

Marko Barišić recuerda las palabras del Presidente cuando el 24 de mayo de 1992, en la plaza Jelačić repleta dijo: “El camino hasta el hecho histórico de que todo el mundo reconoce a Croacia fue largo y corto. Largo, porque tomó nueve siglos; corto, si recordamos qué es lo que teníamos hace menos de dos años.”

La historia del reestablecimiento del Estado croata es también la historia del político, historiador y estadista dr. Franjo Tudjman. Su actuar en los últimos diez años configuró lo que ya es llamada la Era Tudjman. Esta empezó el 28 de febrero de 1989 cuando en la Sociedad de Escritores de Croacia habló sobre la posición de Croacia en la antigua Yugoslavia. Esa fue la primera conferencia pública en muchos años del entonces disidente.

Antes de esa conferencia el dr. Tudjman estuvo en aislamiento político. En ese tiempo las autoridades comunistas yugoslavas lo pusieron en prisión dos veces. La primera vez fue en 1972, luego de la caída de la Primavera croata, cuando fue condenado a prisión con un grupo de otros patriotas (entre quienes se encontraba también Bruno Bušić), primero a dos años (rebajada posteriormente a 10 meses).

En 1980, después de la muerte de Tito, el régimen comunista nuevamente comenzó a perseguir a los nacionalistas croatas. Entre ellos también al dr. Tudjman, a quien se encontró culpable de dar entrevistas a periodistas extranjeros y también por haber afirmado que es un mito la afirmación de que en Jasenovac murieron 600000 personas.

Poco después, a fines del verano de 1990, comenzó una de las etapas más difíciles pero también más gloriosas de la historia croata. La minoría serbia de Croacia, incitada por los círculos granserbios de Belgrado, comenzó bloqueando caminos y luego tomó el poder en algunas regiones. Se trataba de destruir al gobierno croata democráticamente elegido. El apoyo logístico se lo dio el Ejército Popular Yugoslavo, que había previamente confiscado las armas de la Defensa Territorial.

Los analistas occidentales opinaban entonces que Croacia no iba a resistir más que algunas semanas y que sería vencida. Empero, Croacia se defendió en la Guerra Patriótica y venció en las operaciones Relámpago y Tormenta bajo el liderazgo del dr. Franjo Tudjman. Como dijo el Cardenal Franjo Kuharic: “el fallecido Presidente Tudjman queda escrito en la historia croata de modo indeleble porque con su justa lucha por la libertad deja a la nación croata como herencia duradera un Estado libre y soberano”. Sin lugar a dudas, el mayor éxito del extinto Presidente fue conducir a Croacia fuera de Yugoslavia.

El arzobispo de Zagreb, Mons. Josip Bozanić dijo en su homilía, entre otros, los siguientes conceptos:
Desde lo profundo de la historia de la nación croata, desde el ańo 879, hoy nos llegan las palabras de bendición que entonces en tiempos del príncipe Branimir, el Papa Juan VIII dirigió a la nación croata: “Nosotros constantemente en la santa oración delante del Señor os mencionamos. Levantando las manos nosotros a Dios, junto con nuestro querido hijo, vuestro príncipe, os bendecimos con todas las bendiciones espirituales en Cristo Jesús nuestro Señor: que seáis ahora y siempre, en cuerpo y alma, benditos y que de una vez para siempre tengáis el gozo del Señor”.

Con esta antigua bendición también yo hoy bendigo el cuerpo del primer Presidente del renovado Estado croata: para que ya ahora en el alma, y desde el día de la resurrección en cuerpo y alma, para siempre tenga gozo en el Seńor.” Más adelante Mons. Bozanić afirmó que el dr. Tudjman entregó a la causa justa todas sus energías, el regalo de su mente y su corazón, una profunda conciencia patriótica, un gran conocimiento histórico y su decisión de estadista.

En palabras de Mons. Bozanić, “el dr. Franjo Tudjman seguramente entrará en la historia croata como uno de los grandes arquitectos del Estado. Su nombre está escrito en la historia de los grandes y sorprendentemente felices acontecimientos que ocurrieron en Europa a fines de 1989 y comienzos de 1990, con todo lo que siguió posteriormente”.

“Fue ese un kairos histórico muy corto en el tiempo, único e irrepetible. No había mucho tiempo para las decisiones valientes y de largo alcance, más allá de los problemas que hubo, y que los que hay en la actualidad. Creemos que en la historia croata quedará grabado como tiempos heroicos y victoriosos los del establecimiento del Estado croata, que se pudo lograr con el esfuerzo de toda la nación, tanto en la patria como en la diáspora, conducida por el dr. Franjo Tudjman”.

Željko Krušelj escribe que aunque en la conciencia colectiva será recordado como político y estadista, el dr. Franjo Tudjman dedicó gran parte de su vida al trabajo historiográfico. Desde 1957 hasta nuestros días en Croacia y en el extranjero dio a conocer una decena de libros, de los cuales algunos tuvieron varias ediciones, así como una serie de estudios, artículos y otros trabajos.

Una parte de ellos, al comienzo con la presentación de la realidad yugoslava y sobre el desarrollo de la cuestión nacional en Croacia y en Europa, siguen siendo de valor historiográfico permanente.
En 1969 el dr. Tudjman escribió sobre lo utópico que era la idea yugoslava:

“Se demostró que, contra lo esperado, los croatas, eslovenos, macedonios, y montenegrinos, quienes en el nuevo Estado se encontraron en una posición de opresión, esclavizados bajo el yugo tirano tanto más insoportable porque se lo llamaba forzadamente con el nombre de “igualdad fraternal” y eso de parte de la burguesía, la que como consecuencia de muchas razones históricas, se encontraba en un nivel inferior de desarrollo socio-político de las de aquellos países que estaban en Austro-Hungría.
La teoría del yugoslavismo, de que los pueblos que habitaban esa región serían de un origen común o una nación consistente en tres tribus demostró ser –como también la teoría del checoeslovaquismo– una ilusión romántica y un simple medio para el mantenimiento de la hegemonía de la nación dominante y para la desnacionalización de las naciones sometidas. La historia pronto demostró que las ideas yugoslava y checoslovaca eran tan utópicas como resultaron ser la idea del paneslavismo o de que los eslavos fueran una única nación” (F. Tudjman: Velike ideje).

En el mismo libro el dr. Tudjman afirmó que la Yugoslavia de Versailles fue una entidad reaccionaria especialmente respecto a la resolución de la cuestión nacional. Todas las naciones –salvo la serbia– se encontraban subyugadas, y su posición en muchos aspectos era igual a la de una verdadera ocupación. La nación croata había llegado a una posición particularmente difícil. Para ocultar eso, se empujaba al olvido el hecho histórico de que Croacia dentro de Austro-Hungría era el único país que, con la excepción de Austria y Hungría, tenía su autonomía nacional, manteniendo la continuidad de derecho estatal de su Reino a pesar de no tener una posición de igualdad respecto de Austria y Hungría.

Los croatas eran los únicos de entre todas las naciones de la monarquía habsburga –polacos, checos, eslovacos, ucranianos, rutenos, rumanos, italianos– o sea, Croacia fue la única de todas las partes de Austro-Hungría, salvo las propias Austria y Hungría, que tenía los signos característicos de una individualidad de derecho estatal, nacional y político.

Pero, con el establecimiento de un Estado común, el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, Croacia pierde todas esas marcas de continuidad nacional, estatal y política las que a pesar de la pérdida de la soberanía del Estado medieval conservó a lo largo de toda historia hasta ese momento, y hasta llega a una posición desfavorable, hasta el peligro de la asimilación y de la pérdida de su nacionalidad, porque se prohíben, ocultan o sofocan todos los signos nacionales desde el mismo nombre y la bandera, desde la individualidad histórica hasta el potencial económico y cultural

En Hrvatska u monarkistickoj Jugoslavije, II, Tudjman seńala que el concepto de Yugoslavia era realmente una variante neoeslava descendiente de las ideas paneslavistas y austro-eslavistas, que echó raíces sólo en una parte de la clase burguesa (en primer lugar para la igualación de las tierras croatas y la posición de Croacia respecto de las presiones), pero esa idea yugoslava quedó sin sostén material, tanto en su forma de integración totalmente ilusionista como en las relaciones federales.
Más adelante, el dr. Tudjman escribe que la unificación (de la primera Yugoslavia) significó una cruda imposición de la hegemonía de la burguesía serbia sobre todas las demás naciones.
El gobierno serbio, haciendo referencia al “rol libertador” de Serbia, y respaldado en la fuerza organizada de su ejército y organización estatal, se aprovechó de la situación difícil causada por la falta de unidad de los representantes de aquellos países que entraron en el Estado común.

La dinastía serbia y las élites políticas de la clase burguesa serbia, que sin ambagues intimidaban a la población en el sentido de que había que aprovechar la guerra ganada para la expansión imperialista de su poder estatal. Esa clase de burguesa le resultó fácil llevar adelante su política expansionista-hegemonista, porque de su lado tenía el poder de las fuerzas aliadas.

En La cuestión nacional (Nacionalno pitanje) el dr. Tudjman seńala que enfrentando al centralismo de Belgrado, el movimiento nacional croata, con el liderazgo de Stjepan Radic, buscó para Croacia una posición confederal en el Estado común. Esa exigencia se basaba en las tradiciones estatales históricas de Croacia, que en la monarquía habsburga siempre mantuvo el status de su Estado separado, así como el derecho de autodeterminación de la nación croata, que nunca se resignó al hecho de que en el nuevo Estado tuviera menos derechos que los que tenía en Austro-Hungría.

El movimiento nacional croata, con su programa (con)federal sirvió como soporte para los movimientos nacionales de las otras naciones, particularmente de los macedonios y montenegrinos, a quienes la política granserbia ni siquiera reconocía su nacionalidad sino que los consideraba simplemente serbios.

En 1971, el dr. Tudjman (Usudbene povjestice), sostiene que es irreal esperar que la nación croata alguna vez olvide que pertenece sin dudas a un pueblo históricamente muy antiguo. De esto prueba toda su historia, tanto la antigua como la más reciente.

Lamentablemente, la nación croata tuvo que demostrar al mundo resistencia a las presiones imperialistas de otros –así como también vencer al integralismo megalómano o derrotista en las propias filas– que él por la naturaleza de su ser, no puede renunciar a la exigencia de la soberanía de su propio Estado, porque eso surge de la totalidad de su historia, debido a que él tenía su Estado nacional ya hace 12 siglos, y que nunca perdió del todo su Estado en toda esa historia, salvo en los veinte años de la Yugoslavia monárquica. (F. Tudjman; Usudbene povjestice).

Desde 1957 hasta nuestros d{ias, el dr. Franjo Tudjman publicó en la patria y en el extranjero unos diez libros, de los cuales algunos tuvieron varias ediciones. Además se abocó a una serie de estudios, publicando artículos, y participando en polémicas.

Una parte de esos estudios estuvieron primeramente relacionados con el estudio de la realidad yugoslava y con el desarrollo de la cuestión nacional en Croacia y en Europa.

Los otros trabajos, por ejemplo los aparecidos en 1995: Usudbene povjestice y S vjerom u samostalnu Hrvatsku, con claridad dan testimonio de los tiempos en los cuales el futuro presidente croata se enfrentó con la cúpula comunista, o con varios “comisarios” historiográficos.

Tudjman desde el mismo comienzo provocó entre los historiadores sentimientos divididos. Algunos en él enseguida vieron una figura que tendría la valentía de descubrir numerosos tabúes y “manchas blancas” en la historiografía croata, así como la decisión de enfrentar fuertes presiones políticas, y hasta represión judicial.

Otros lo atacaron constantemente y muchas veces lo denunciaron, justamente porque destruyó sus preconceptos ideológicos y las “verdades” del régimen.

En tercer lugar, el más incómodo, se encontraban aquellos que también iban por el mismo camino de desenmascarar a la ortodoxia comunista, pero que en Tudjman encontraban un hábil competidor, acusándolo de que a veces no dudaba en utilizar también las ideas y resultados científicos de otros.
Sucede que Tudjman demostró mucha mayor disposición para la síntesis que para largas investigaciones en archivos. Por eso sus libros frecuentemente se basan en fuentes conocidas, pero leídas e interpretadas en forma distinta de los que mencionaban los datos en primer lugar.

Debido a que la historiografía croata desde siempre sufre de falta crónica de textos en los cuales las conclusiones son claras y sin doble sentido, los libros de Tudjman habitualmente son entendidos como textos científicos que provocan también re-evaluaciones políticas profundas.

Carl Gustaf Ströhm, comentarista del Vecenji list, opina que Tudjman fue un adelantado a su época, un visionario, un hombre de pasado mañana. Lamenta especialmente el hecho que ni Alemania ni Austria hayan mandado delegaciones de nivel para las exequias del Presidente.

Tudjman entendió y aceptó por una parte a Europa, a la NATO y a la integración. Pero por otro lado, cabalmente reconoció que toda integración lleva consigo también algunos peligros, particularmente para las naciones pequeñas. El quiso salvar a los croatas de la irrelevancia histórica y de la marginalización.

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